29.6.08

Hoy

Hoy vuelvo a ser niño, y absorbo como esponja porque se me da bien lo naïf.

Hoy los problemas quedan atrás, y le pido comida a mi madre en vez de pedirle respuestas a la vida.

Hoy me divierto, y la palabra diversión tiene sentido.

Hoy no pienso, sólo existo, y no me importa lo que diga Descartes, porque no lo conozco.

Hoy soy primitivo, rudimentario, mineral.

Hoy golpeo al otro antes de dialogar, en vez de golpearme la cabeza contra la pared de tanto dialogar conmigo mismo.

Hoy le pido peras al olmo, y me las entrega rebanadas en un plato.

Hoy... hoy por hoy, esas cosas no suceden. El minuto de confianza ya se acabó...

1 comentario:

monicalvarez dijo...

Siempre existe la posibilidad de recurrir al niño que tenemos como una forma de hacer más llevadera la vida.Luego no queda más que volver a la realidad.El minuto de confianza se acaba.
Buenísimo.