26.6.08

Sin Título (o "De cómo sabemos nada")

Hombre transita por Nada a paso ligero, buscando respuestas en los muros de Nada infinitos. Atrás, a lo lejos, alcanza a divisar Algo. Pero Algo está muy lejos para volver, hay que seguir adelante -o atrás… a estas alturas… o profundidades… no importa mucho… o poco-.

Hombre se topa con Nadie, andrógino en apariencia.

Hombre: ¡Lo sabía, Dios era andrógino! Era muy injusto para las mujeres tanto "Él"…

Nadie: No soy Dios.

Hombre: ¿Y quién es Dios?

Nadie: Dios no es, tienes que ir a buscarlo.

Hombre: ¿Dónde?

Nadie: Por allí, entre los matorrales, debajo del entendimiento humano.

Hombre: ¿Cuál es ese?

Nadie: El que te faculta para distinguirme de un hombre y de una mujer, pararte sobre dos conceptos que llamas "piernas" y, principalmente, no tener respuesta alguna para pregunta alguna sobre Dios, andróginos o piernas.

Hombre: ¿Por qué no puedo tener esas respuestas?

Nadie: Porque estás inmerso en humanidad, sumido en ignorancia.

Hombre: ¿Algo así como que no puedo ver lo que ve el daltónico?

Nadie: Algo así como que no puedes ver. (Mutis a la derecha… o izquierda).

El Hijo Del Hombre - René Magritte

1 comentario:

Javier Pérez Garrido dijo...

Muy bueno, hay un saber védico subyacente entre tus líneas. Muy bueno.